Cómo avanza la elaboración de la estrategia de economía circular para la industria textil

Chile es uno de los países que más ropa consume por persona y se estima que en los últimos 20 años la compra de vestuario ha aumentado en 233%, pasando de 13 prendas en promedio en 2015, a 50 en el 2020, según exponen desde el Ministerio del Medio Ambiente. Es por ello que se ha vuelto fundamental tomar medidas para alcanzar su equilibrio, tanto desde los sectores público y privado como de la sociedad civil.

En ese contexto, la cartera a cargo de la ministra Maisa Rojas está llevando a cabo un proceso participativo para la creación de una Estrategia de Economía Circular para Textiles, que busca establecer acciones concretas para prevenir. reducir y prolongar la vida útil de los recursos, a través de la reutilización, reparación, recuperación y valorización de ellos. Para ello, convocaron un comité estratégico conformado por actores de los sectores público, privado, financiero y de la sociedad civil referentes de la industria textil y de economía circular.

Sumado a esto, durante agosto y septiembre de 2023 desarrollaron talleres regionales y sectoriales, así como una encuesta nacional sobre consumo, uso y cuidado de los productos textiles, y la percepción ciudadana de los impactos sociales, económicos y medioambientales del sector, "con el fin de poder avanzar en normativas y regulaciones que permitan acelerar la transición hacía la economía circular, disminuyendo los impactos de la industria en el medio ambiente, la contaminación y los residuos textiles", indican desde la cartera.

Actualmente, se encuentran trabajando en el anteproyecto de la estrategia, que tendrá establecidos los mismos ejes que se presentan en la Hoja de Ruta de Economía Circular: innovación, regulación, cultura y territorios. "Con estos criterios se busca impulsar cambios profundos respecto al consumo responsable, fomentar iniciativas locales para la circularidad de los textiles, promover el desarrollo y fortalecimiento de un marco regulatorio para impulsar la economía circular, e incentivar la innovación y transparencia del sector productivo textil", señalan, y estiman que será sometido a consulta ciudadana durante el primer semestre de este año, invitando "a todos los interesados en la regulación a informarse, participar e incorporar -de ser pertinente sus opiniones u observaciones en la propuesta". A pesar de que el comité ya cumplió su función principal de "acompañamiento, la cartera espera contar con su participación durante la etapa de implementación de la política pública.

A pesar de que el comité ya cumplió su función principal de acompañamiento, la cartera espera contar con su participación durante la etapa de implementación de la política pública.

Desafíos

 Uno de los grandes impactos del sector textil en Chile y el mundo es la generación de residuos, situación que está agravada por la producción indiscriminada de textiles a bajo precio, la llamada. "moda rápida", define la directora ejecutiva de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC), Ximena Ruz.

Para la ejecutiva, uno de los desafíos que existen como sociedad es la generación de conciencia y la entrega de educación a los consumidores. "Necesitamos avanzar en un consumo responsable de prendas de vestir, apostando por los productos locales, dando una oportunidad a la segunda mano, de buena calidad, y arreglar los desperfectos que se produzcan en la ropa y demás textiles", señala, mientras detalla que es clave promover y fomentar el reúso, junto con realizar campañas permanentes de sensibilización y educación que fomenten prácticas más sostenibles en el consumo de la moda.

"Si queremos hablar de economía circular de esta industria, es importante a la vez conocer a todos los actores que pueden darle una segunda vida a este material, cuáles son sus capacidades y qué desafíos tienen en los próximos años", apunta el fundador de Kyklos y líder del desafío Chile Sin Basura 2040, Sebastián Herceg. Con esto, afirma, es posible pensar en establecer pilotos que permitan entender las variables logísticas y de recuperación para avanzar en posibles legislaciones que favorezcan su circularidad.

A nivel general y sumado a lo anterior Ruz explica que en Chile falta infraestructura adecuada que permita la adopción de prácticas de economía circular. "Se necesitan más instalaciones de reciclaje y centros de reutilización para gestionar adecuadamente estos desechos. No obstante, con la inclusión de los textiles como producto prioritario de la Ley RER se espera que se implementen sistemas para su gestión sostenible". indica. Además, cree que la Estrategia de Economía Circular para Textiles marcará pautas clave para esta industria. "En el futuro, se podrían considerar incentivos fiscales para empresas que adopten prácticas sostenibles, así como la prohibición de ciertos productos textiles no reciclables", concluye.